Te aseguro que cada pequeño momento que vivimos se grabo a fuego. Que estará aquí para siempre. Que por mucho que la vida nos ponga a prueba, sé que algún día el teléfono sonará. Y entonces será inevitable. Pero sé muchas otras cosas...
Sé que a veces es mejor que estés lejos, que tengamos tiempo, que pensemos y que reflexionemos. Cruzarnos por la calle y pensar en que quizás lo mejor hubiera sido no haber cruzado nuestros caminos. Pero allí, lejos, en el fondo, sé que moriría por tí...

Esta vez no puedo darte lo que no tengo..



-¿Cual es tu plan?
-¿mi plan? creo que me e perdido..
-Sí, tu plan.
-sigo perdido..
-¿Quieres saber cual es mi plan?
-Claro.

-Mi plan es andar, andar muy rapdio y con mucha fuerza.Hasta que tu me cojas del brazo y me obligues a parar en seco. Entonces me daré la vuelta y te miraré a los ojos. Tu me dirás, ¿A dónde vas? y yo no sabré qué responderte porque nisiquiera yo sabria la respuesta.. Pero entonces volvere a mirarte a los ojos, y tu me devolverás la mirada. Sentiré qe mis piernas se mueven en tu dirección hasta rozar practicamente las tuyas. Entonces tu aliento entrara dentro de mi y me hará respirar muy muy fuerte. Mi plan es darme la vuelta, y salir corriendo, con la esperanza de que tu vuelvas a cogerme del brazo y vuevlas a preguntarme a dónde voy, y yo ya tenga una respuesta..Pero mi plan parece algo imposible de cumplir. Y entonces será cuando mis piernas se vuelvan a moverse hacia ti y esten practicamente entrelazadas en las tuyas. Tus manos tocaran suavemente mi cintura hasta agarrarme fuerte para no volver a dejarme andar. Y tu aliento se convertirá en algo mas qe una simple brisa, ya que tus labios se posaran en los mios haciendo que me sonroje hasta en lo mas adentro de mi misma, y haciendo que entre dentro de mi un cosquilleo continuo que no puedo parar. Entonces el cosquilleo termina y me doy cuenta de que tu te has separado. Que nuestras piernas ya no estan entrelazadas y que tu comienzas a andar en direccion cnotraria.. Y ahora soy yo la que no quiero dejarte ir y te dojo del brazo. ¿A dónde vas? te pregunto, y tu, suavemente y rozando mis labios respondes, no se, sin rumbo fijo. Entonces yo te agarro del cuello y te susurro al oido, sigue mi rumbo y no te separes nunca. Me giro y te beso perdiendome en tus labios como la agujaa que nadie pudo encontrar en el maldito pajar.. Esa aguja que nadie encontrará jamas, porque siempre estara perdida en tus labios.