Te aseguro que cada pequeño momento que vivimos se grabo a fuego. Que estará aquí para siempre. Que por mucho que la vida nos ponga a prueba, sé que algún día el teléfono sonará. Y entonces será inevitable. Pero sé muchas otras cosas...
Sé que a veces es mejor que estés lejos, que tengamos tiempo, que pensemos y que reflexionemos. Cruzarnos por la calle y pensar en que quizás lo mejor hubiera sido no haber cruzado nuestros caminos. Pero allí, lejos, en el fondo, sé que moriría por tí...

Donde la Luna se ponia todos los dias.



Hoy hemos vuelto a discutir. Ya son tantas veces que ni puedo contarlas.


He pasado un largo rato llorando, pensando a dónde iba todo esto y cuánto tiempo más iba a aguantar esta situación.

Y después de darle muchas (muchísimas) vueltas, no he encontrado ninguna solución. Te quiero.
Es de lo poco de lo que estoy segura. Sé que sin ti mi vida no tendría sentido. Despertarme día tras día sin poder quererte un poco más sería como si el aire de la Tierra se extinguiese.
Pero toda esta situación me está matando. Mejor dicho: nos está matando.
Todas las sonrisas que provocabas en mí son cada vez más sustituidas por caras largas. No eres feliz.
Al menos, ya no como antes. Entonces, ¿qué hacemos? Esto es el típico ni contigo, ni sin ti.
¿Cuál es la solución cuando parece que nuestro amor se está apagando?