Te aseguro que cada pequeño momento que vivimos se grabo a fuego. Que estará aquí para siempre. Que por mucho que la vida nos ponga a prueba, sé que algún día el teléfono sonará. Y entonces será inevitable. Pero sé muchas otras cosas...
Sé que a veces es mejor que estés lejos, que tengamos tiempo, que pensemos y que reflexionemos. Cruzarnos por la calle y pensar en que quizás lo mejor hubiera sido no haber cruzado nuestros caminos. Pero allí, lejos, en el fondo, sé que moriría por tí...

Aqui, donde un dia fuiste feliz conmigo.






Hoy es uno de esos días en los que no me apetece salir de la cama. No me veo con la suficiente fuerza para sacar una sonrisa y afrontar este día. Siempre tiene el mismo principio y el mismo final, y ese final nunca es un bonito final. Tras él, solo existen sentimientos de rabia, dolor, angustia... y por desgracia también de amor.
No quiero levantarme de la cama, no, hoy no. Quiero permanecer bajo este edredón, ése bajo el que una vez dormiste tú junto a mí. Quiero hacerme un ovillo entre mantas y permanecer allí hasta ver el día que salga el sol de nuevo, se cuele por mi ventana e ilumine toda mi habitación.