Te aseguro que cada pequeño momento que vivimos se grabo a fuego. Que estará aquí para siempre. Que por mucho que la vida nos ponga a prueba, sé que algún día el teléfono sonará. Y entonces será inevitable. Pero sé muchas otras cosas...
Sé que a veces es mejor que estés lejos, que tengamos tiempo, que pensemos y que reflexionemos. Cruzarnos por la calle y pensar en que quizás lo mejor hubiera sido no haber cruzado nuestros caminos. Pero allí, lejos, en el fondo, sé que moriría por tí...

tu y los veinticuatro

-Siento como un cosquilleo aqui, si aqui justo aqui...
-¿Y eso? ¿A que viene ese cosquilleo?.
-Ese cosquilleo viene a que cuando sali de casa, y abri la puerta del portal, note que hacia mucho calor y decidi quitarme la sudadera, y al llegar al paso de zebra me di cuenta de que el semaforo estaba en verde y eso me dio buenas vibraciones. Entonces segui la calle de la derecha, como siempre hacia, aunque quizas un poco mas tarde porque ya era tarde. Pase por delante del supermercado y vi a la policia, creo que habia pillado robando a un chabal.
-¿Y que narices tiene que ver todo eso?
-Pues que de repente casi me choco con una señora mayor. Y un rato despues me di cuenta que era tu abuela, que coincidencia. Pero ya segui andando, cruze el puente, y me fije en los candados, estupideces de peliculas de amor... Ya sabes, esas cosas de ficcion. Y al final gire la esquina, te vi en tu bici montado, con tu culo, tu dichosa camisa y tu piti en la boca, y el corazon me dio un vuelco y por eso, por tu culpa tengo este cosquilleo en el estomago.
-Te quiero princesa...
-Parece que va a llover
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